No leas este post. Si lees lo que viene a continuación, puede dañarse seriamente tu salud. Si sigues leyendo…
lo que ocurrirá después
será realmente perjudicial para ti; tanto para tu crecimiento personal como para tu bienestar en general. todo se verá estancado, te deprimirás… te sentirás culpable… y entrarás en un círculo vicioso que será tóxico y nocivo. no lo hagas. deja de leer por favor… para. ¿por qué lo estás haciendo? ¿por qué no me haces caso? te he dicho que dejes de leer…
Si has leído hasta al final…quizá no sea la primera vez que sigas haciendo algo que sabes que no te beneficiará. Puede ser que te sientas identificado/a cuanto tu cuerpo te pide que no sigas haciendo lo mismo o cuando tu mente te avisa reiteradas veces de que algo debe cambiar y que tu vida no puede continuar así. Cuando sabes que no tienes que seguir yendo con esas personas que te estancan y te hunden hacia la nada, cuando tu cuerpo te pide comida más saludable y ejercicio continuado (aunque sea moderado), cuando tu cerebro te pide que apagues la caja tonta y que empieces a cultivar tu mente, cuando tus pulmones te gritan que no quieren más humo dentro de ellos y que no pueden más, cuando sabes que debes acostarte más temprano, cuando sabes que deberías dejar el móvil y estar más por los tuyos (por la gente real y la que realmente te quiere) o cuando sencillamente, tu cuerpo y tu mente te piden que dejes de hacer algo que realmente te está perjudicando. Sabemos (me incluyo) que todo esto nos está haciendo daño…pero CONTINUAMOS, sabemos que no nos conviene, que de esta forma no estamos creciendo, que nos hacemos más vagos, torpes, miedosos y cómodos, pero seguimos con ello. ¿Pero, por qué cuando debemos hacer una cosa que sabemos que nos puede beneficiar nos puede llegar a costar tanto de realizar y sobre todo, de mantener? Tenemos la tendencia de hacer lo contrario de lo que nos conviene y considero que es por dos razones: 1) Por comodidad y miedo. Nuestros instintos primarios buscan y nos recuerdan que quieren seguridad, cobijo y tranquilidad, y para intentar combatirlo, no hace falta que salgas de la zona de confort sí o sí y de forma brusca, sino simplemente, que empieces a hacer pequeños cambios que te hagan sentir un poquito mejor. 2) Porque lo vemos como una OBLIGACIÓN, una imposición que alguien nos ha impuesto desde fuera (y es entonces cuando nos revelamos: pues no me apetece, tampoco hay que ser perfecto, ya lo haré algún día, no me seas pesado/a…) y no, como algo que queremos para nuestro bienestar y que decidimos por voluntad propia (quiero cuidarme, quiero lo mejor para mí, voy a hacer deporte para sentirme mejor, leeré porque quiero aprender, trabajo porque quiero ser independiente…).Empieza poco a poco, pero empieza. No sirven las excusas, no sirve fijarse en la vida de los demás (cada uno construye su propio castillo), no hay que ser perfecto, hay que hacer pequeñas modificaciones que se adapten al estilo de vida que tú desees. Se trata de crear tu propio mundo porque tú quieres, sin que nadie te lo imponga. Así que levanta de la cama y empieza a vivir como tú quieres. Sin prisa, pero sin pausa. Y por favor… deja de leer este post. ¡Tienes muchas cosas que hacer! Atentamente,Si buscas el por qué y te convences que es por TI, todo será más fácil, porque nadie te obligará a hacerlo, será únicamente tu decisión.

0 comentarios