El proceso PEACE puede ser de gran utilidad para todo aquel que quiera llevarlo a la práctica, y es que según Lou Marinoff (Filósofo y escritor) se necesitan solo 5 pasos para poder hacer frente a un problema con filosofía.
La palabra PEACE hace referencia a sus cinco pasos: Problema, emoción, análisis, contemplación y equilibrio
El primer paso se trata de identificar qué ocurre, es decir, cuál es el problema real que está sucediendo en nuestras vidas. Algunas veces ni siquiera sabemos cuál es el verdadero problema y divagamos sin saber o sin querer aceptar, lo que nos remueve y nos preocupa. En mi caso, cuando no sé bien qué me ocurre, escribo con papel y boli para aclarar mis ideas, sin poner ningún tipo de filtro.
En el segundo paso hay que identificar las emociones que recorren nuestro cuerpo, y por ende, los que nos hace sentir dicho problema (rabia, miedo, desilusión…) sin renegar a ello y aceptándolo tal cual venga a nosotros. -Es cierto que resolver este paso, no soluciona el problema en sí, pero puede ayudarnos a avanzar para encontrar la solución, a despejar un poco la mente y a sentirnos más tranquilos. A veces, cuando no queremos aceptar lo que nos hace sentir un acontecimiento nos sentimos peor con nosotros mism@s porque no estamos siendo claros y actuamos de forma contradictoria a lo que nuestro cuerpo nos está avisando. No es malo estar enfadado, ni disgustado, ni desilusionado…solo hay que aceptarlo para poder llegar al siguiente paso.
En el tercer paso, el de análisis, y tal como nos dice la propia palabra, se analizan las diferentes y posibles soluciones o caminos a seguir para poder afrontar nuestro problema teniendo en cuenta los pros y los contras de cada opción.
En la cuarta etapa, contemplamos el todo desde una perspectiva más amplia y alejada, tanto del problema, como de las emociones, como de las diferentes opciones. Para poder así, escoger de una forma más filosófica y meditada. En este paso conseguimos un enfoque más amplio de todo lo que está sucediendo en nuestras vidas, una forma más práctica, objetiva y que se ajusta más a nuestra forma de pensar, para poder decidir con mayor claridad. Sopesando todo lo bueno y lo malo de cada opción (incluso la de no hacer nada al respeto)
En la quinta y última etapa, se llega al equilibrio necesario para poder llevar a cabo la decisión que se ha determinado, acorde con lo que sentimos y pensamos al respecto y asumiendo los cambios que vendrán a continuación.
El autor comenta también, que en muchas situaciones y en pequeños problemas cotidianos este mecanismo es más bien automático y por tanto, no nos hace falta examinar de forma tan profunda la situación. No obstante, siempre que la problemática sea nueva para nosotros o pueda llegar a abordarnos, el proceso PEACE es un magnífico proceso, efectivo y práctico para utilizarlo en nuestro día a día.
Espero que te haya servido este pequeño post. Y no dudes en comentar cuáles son tus trucos para poder afrontar un pequeño bache o problema.
Con cariño,

Bibliografía
Marinoff, L. (2002), Més Plató i menys Prozac. Barcelona. Suma de Lletres Catalana, S.L.
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