“Últimamente me siento y soy muy feliz, y no hablo de esa felicidad abrumadora que dura unos instantes, me refiero a esa paz interna que te hace sentir más alineado con el mundo. Esa paz que recorre tu cuerpo cuando lo que dices, sientes y haces están en armonía y bailan al mismo son”
Para conseguirlo y sin darme cuenta, he hecho pequeños cambios que han ayudado a que lo consiga: he desconectado de las redes sociales, me he dedicado más a mí, me he alejado de lo que no era necesario ni beneficioso en mi vida (aquello que tanto nos hace estar atados al lugar que no nos corresponde), he conectado más conmigo misma y he empezado a respirar el aire que está hecho a mi misma medida; sin pedirme explicaciones y sin ir corriendo hacia no sé dónde… He parado y he visto que, al fin y al cabo, no estoy tan mal. Y es entonces cuando me doy cuenta… ser feliz es…vivir a tu manera, a tu gusto, disfrutar de lo que tienes enfrente y preocuparte menos por la vida de los demás, ayudarte a ti mismo, salir del caparazón envuelto de miedos y creencias erróneas, luchar por tu independencia y defender tu manera de vivir, sencillamente llevándola a cabo, sin intentar convencer a nadie, las explicaciones no son necesarias. Nadie tiene que aprobar o desaprobar como quieres vivir.
Ahora que siento que mis pulmones están llenos, ahora que siento mi cuerpo como mío, ahora que nadie juzga mi forma de ser y mi espontaneidad (al menos no delante de mí), me siento por fin un poquito más libre.
Y es que la vida no nos exige tanto, la sociedad sí, y con este texto quiero decirte:
Que priorices lo importante y lo urgente de lo innecesario e inútil, que descartes más, para poder focalizar mejor (no podemos llegar a todo), que seas feliz (no que hagas verlo), que no te exijas tanto, que crees tu propio mundo, a tu medida, hasta donde tu veas que puedas, que seas coherente con lo que realmente quieres hacer en tu vida, que no compres tantas cosas, que vivas con menos, que no permitas que decidan por ti, que no seas una marioneta más de la catástrofe emocional que abunda por ahí y te des cuenta que todo es mucho más sencillo de lo que nos han hecho creer. Que quieras a quien te quiera, que saques tiempo a tu familia, a tus hijos, (que te necesitan y no sabes cuánto), que vivas más con amor y menos con el rencor, que pares, respires, tomes aire y te cuides (pero desde el interior).
Quiero recordarte que nadie debe quitarte la alegría de ser tú, que nadie puede ni debe menospreciarte (al menos no con tu permiso) y que nadie debe convencerte de qué eres capaz de hacer y de qué no.
Conoce tus propios límites y fortalezas, aléjate de lo que te haga daño y no te sientas mal por ello, aunque estés tontamente solo/a, es la única forma que conozco para que después, pueda aparecer la gente correcta, el lugar más idóneo y la vida que tu alma grita desde hace tanto tiempo (Quizá mucho más simple y natural).
Escucha tu cuerpo, a tu corazón y toma esa decisión que te tanto te atemoriza pero que sabes que es la correcta, sé valiente y lucha por tu vida, es la única que tienes. ❤
Bravo por tí!
Gracias Leo! Un saludo!